martes, 8 de mayo de 2012

HISTORIA de DANONE


ESPAÑA MUSA DE DANONE


Fueron muchos los años que me unieron con esta Empresa, prácticamente toda mi vida laboral, por eso hoy quiero recordar en un breve comentario cómo surgió y evolucionó esa DANONE, que tan profundamente formó parte de mi vida, laboralmente por supuesto, pero dejando secuelas de unos principios, unos valores humanos imborrables, de alguna manera forjó mi espíritu, colmó mis ambiciones a través de ese caminar de esa andadura donde el trabajar no resultaba una obligación, mas bien parecía una adicción, donde disfrutaba desarrollando las muy diversas actividades que me tocó en suerte desempeñar.

La  historia del yogur se inició en una planta baja de la Barcelona de 1919 dónde un tal Isaac Carasso (griego de Salónica y judío-sefardí de religión) empezó a fabricar este producto lácteo como si de una medicina se tratara, además lo hizo en base a las teorías del profesor ruso Ilya Metchnikoff (premio Nóbel de Medicina en 1908 y biólogo del Instituto Pasteur de Paris), quién describió el proceso de fermentación de la leche y dio a conocer las bases para la elaboración del yogur que hoy en día conocemos. Contaba en su tesis los beneficios para el metabolismo gastrointestinal y decía que el consumo de leche fermentada incluso retrasaba el envejecimiento.


Le costó mucho conseguir que este peculiar experimento se pudiera vender, pero poco a poco consiguió convencer a la clase médica barcelonesa y de esta manera los yogures empezaron a tomar puestos vendiéndose en un principio, sólo en las farmacias de la misma localidad, y dato curioso, se vendían en legendarios envases de porcelana que hoy por hoy en el mercado del coleccionista cuestan un ojo de la cara.
Cabe destacar que a este producto le llamó Danone en base al diminutivo de su hijo Daniel, Danon(-e), dimunitivo en catalán.
La historia completa de la trayectoria de este emblemático yogur, continua en 1929 cuando el hijo de Isaac, Daniel Carasso, tomó las riendas del negocio y salieron de España hacia Francia, lanzando allí los yogures como postres en todo París y la verdad es que la idea cuajó rápidamente. Aunque la familia Carusso se ha considerado siempre medio griega medio española la empresa al final acabó asentándose en Francia siendo su influencia determinante a la hora de tomar decisiones importantes.

A las afueras de Paris, concretamente en Levallois Perret (1932) Daniel construyó la primera planta moderna de yoghurt, pero la muerte de su padre en 1939 y la Segunda Guerra Mundial (ocupación alemana) forzaron a Daniel a emigrar a Nueva York donde delegó provisionalmente su dirección y comenzó a plantearse su pequeño gran negocio por al otro lado del charco, hablamos de 1942. Después de esta horrible guerra comenzó la extensión de Danone por los EEUU (con el nombre de Dannon, adquiriendo empresas lácteas griegas allí asentadas formando Dannon Milk Product Inc.) a la vez que exiliado veía como prosperaba su monopolio en Europa, y atención, que sobre Europa principalmente en Barcelona donde delegó su poder al barcelonés Luis Portabella, que fue siempre hombre suyo de confianza y presidente de la compañía desde 1941 a 1981, 40 años de mandato sencillamente


Poco a poco los número iban cuadrando sobre manera, y Carasso volvió a Francia en 1945 pero era inevitable captar más mercado, en 1967 Danone se fusionó con Gervais para formar Gervais-Danone el productor principal de Francia de productos lácteos frescos, y seis años más tarde fue adquirida por BSN, siendo una multinacional la que llevara las riendas de la empresa (aunque luego en 1994 adquirió el nombre del grupo (Grupo Danone).


En España, actualmente Danone cuenta con cinco plantas de producción, ubicadas en Parets de Valles (Barcelona), Tres Cantos (Madrid), Aldaya (Valencia), Sevilla y Salas (Asturias) . Gerdabel Española , que como hemos indicado (gervais-Danone) se cerró en el año 1990.
Esta fue una larga historia en la que no nos vamos a extender, pues aún hoy día los argumentos y premisas que entonces se barajaron para justificar su cierre y que a priori parecieron un  tanto lógicas y acordes con la situación, transcurridos mas de 20 años, hoy no parecen justificadas en si mismas ni para los fines que en su día parecía iban encaminadas, el caso es que le salió bien “la jugada” y actualmente se levantan entorno a la antigua DANONE varias empresas que continúan dándole actividad industrial al Valle. 
  
El auge que adquirió DANONE, acaso algo oscurecido por la acción antes narrada, fue tan inmenso que no deja de entristecernos algo el no poder pasar a los anales de la historia como una empresa española de éxito, tipo chupa chups etc…, al fin y al cabo España siempre ha sido pionera e impulsora de multitud de innovaciones y exitos importantes, pero el asentamiento de la direccion y capital principal ha estado en Francia, pero eso no quita que el inició, los comienzos de la marca y de la Empresa fueron precisamente aquí.

Volviendo a la historia del yogur, como alimento con propiedades increíbles, empezó a fabricarse cuando se domesticaban animales (Homero lo evoca en la Odisea). Según leo por Internet el yogur era una bebida que se tomaba en Asia Central, desde el Cáucaso hasta los Balcanes, desde Egipto a la India, dónde en algunos lugares se conocía con los nombres de cefir o koumis
En Medio Oriente se conocía desde los tiempos de Abraham. Y los romanos le atribuyeron propiedades médicas y digestivas.
La palabra yogur aparece en 1071 por primera vez en un diccionario árabe turco aunque la palabra es de origen búlgaro y significa longevidad.
El yogur se conoce por primera vez en Francia en la corte del rey Francisco. La historia cuenta que en el siglo XVI el monarca sufría diarrea persistente y después de varios tratamientos sin éxito, escuchó de la existencia de una leche de oveja fermentada que hizo maravillas en la corte del gran turco Solimán. El rey pidió la presencia de un médico para preparar esta extraordinaria poción. Después de unas semanas de haber ingerido esa bebida, Francisco se curó de su infección intestinal. El médico regresó a Constantinopla con el secreto y pasaron 4 siglos antes de que Francia redescubriera el yogur.

En fin que os quería contar esta historia tan peculiar de unas personas emigrantes que tuvieron la fabulosa idea de inventar un producto universalmente conocido, es apasionante comprender la historia de las cosas porque aunque hayan sido historias de éxito, han sido historias crudas y dolorosas, y desde luego que duda cabe que se ha trabajado toda una vida para poder labrar esta trayectoria sin igual.



Sólo aconsejaros que compréis yogures naturales, que son muy sanos y nutritivos, y si queréis algo diferente, acordaros de lo que os voy a decir si vais por Francia, allí existen dos danones de frutas deliciosos, tenéis el de trozos de cerezas y el de moras que son realmente increíbles.

MI PRIMER TRABAJO


Historial Laboral (Mis INICIOS)

La Remolacha Azucarera
Las primeras referencias a la familia botánica de la planta de la remolacha se encuentran en la literatura griega alrededor del 420 a.C. A lo largo del tiempo, se extendió su cultivo en Francia y España, a menudo en monasterios, pero también entre los campesinos. En el siglo XV, este cultivo se encontraba en toda Europa.
El azúcar de remolacha,  fue todo un descubrimiento
Remolacha azucarera
Al principio, la planta de la remolacha se cultivaba por sus hojas, que se consumían de igual forma que las espinacas o las acelgas. Más adelante, la raíz ganó popularidad, especialmente la de la variedad roja conocida como remolacha. En 1600, el agrónomo francés Olivier de Serres relataba: "cuando se cocina este manjar da un jugo almibarado". En esa época nadie se preguntó de dónde provenía el sabor dulce de la raíz.
El descubridor del azúcar de remolacha europeo lo marcó definitivamente un notable científico alemán, Andreas Marggraf en 1747. Este científico demostró que los cristales de sabor dulce obtenidos del jugo de la remolacha eran iguales a los de la caña de azúcar. En 1801, se construyó la primera fábrica de azúcar en Cunern, Baja Silesia. A pesar de su descubrimiento, a principios del siglo XIX la caña de azúcar seguía siendo la principal fuente de azúcar.
Casi el 90% del azúcar que se consume hoy día en Europa procede de la remolacha...
En la actualidad Europa produce 120 millones de toneladas de remolacha al año que se usan para producir 16 millones de toneladas de azúcar blanca. Francia y Alemania siguen siendo los principales productores, pero se produce azúcar de remolacha en todos los países de la Unión Eropea salvo en Luxemburgo.
Uno de los origenes mas antiguos, conocidos en España, se remontan a la segunda mitad del siglo XIX, renacida la paz en la comarca, se asentaron las bases que iban a permitir la profunda transformación experimentada en Monzón.
La construcción de la línea férrea Zaragoza-Lérida, la primera construida en Aragón, propició el desarrollo de un notable comercio maderero. Otro de los factores de cambio de Monzón, que había conseguido el título de ciudad por un decreto real en 1878 fue la iniciación y culminación de las obras del canal de Aragón y Cataluña.
 La ampliación de la superficie regada, tanto en Monzón como en los pueblos limítrofes, favoreció un profundo cambio en los cultivos, introduciéndose a gran escala la remolacha azucarera , lo que favorecería la instalación de una fábrica azucarera en 1925.

En Navarra la Azucarera mas conocida era la de EUGUI, cuya fabrica estaba ubicada en la Rochapea, cercana a la estacion de RENFE, cosa natural pues la mayor parte del transporte de la remolacha se realizaba a traves del TREN.
Los agricultores las entregaban en estaciones ferroviarias que luego se cargaba la mercancias en vagones con destino a la fabrica.
MI PRIMER TRABAJO
De entrada puedo afirmar que fue un acontecimiento importante en mi vida laboral, ya que eran los años anteriores a 1967 y las cotizaciones realizadas antes de ese año supusieron unos derechos adquiridos que permitieron luego poder jubilarse a partir de los 60 años, de forma muy ventajosa,tal como fue mi caso.
En el primer trabajo remunerado al parecer no me cotizaron a la Seguridad Social, o al menos no costa de ello.

Cada año a finales del otoño se iniciaba la campaña de la recogida de Remolacha Azucarera, que en aquel entonces resultaba un aporte importante para los agricultores.
Había diferentes centros de recogida, siempre a pie de estación de ferrocarril, donde se cargaba la mercancía para transportarla a la fabrica para su posterior elaboración y transformación en azúcar.
Que yo recuerde en esta zona solo existía una fabrica ubicada en Pamplona  H.C EUGUI, donde recepcionaba la mayor parte de la mercancía, si bien había otros centros de recogida como El Carrascal  y Caparroso.
El primer año de campaña (1964/1965) que como he indicado no se refleja en el historial laboral desempeñe las funciones de escribiente (pesar camiones al llegar cargados y después de descargar volver a pesarlos entregándoles el correspondiente tiket al chofer) y confeccionando los partes diarios para remitirlos a la Fábrica, trabajo que desempeñé en la estación de Renfe de El Carrascal.

La campaña duraba entre 2/3 meses y cada día me desplazaba en el tren, aunque el retorno trataba de realizarlo en “Auto.Stop”  bien aprovechando algun camion de retorno e incluso saliendo a la carretera a la espera de la amabilidad de alguno, cosa entonces no resultaba difícil.
El Trabajo no era complicado, pero las condiciones era bastante precarias.
Partiendo de la base que coincidía con época de fríos e incluso con nieve, se realizaba dentro de una rudimentaria caseta, calentados por una estufa de serrin, que aunque suene raro, la verdad es, que calentaba bastante bien.
Estábamos dos personas ; un encargado de la población de Pitillas y yo que realizaba el trabajo rutinario; su misión principal era supervisar embarcar y facturar los vagones hacia el destino.
Este aspecto presentaba el lugar de MI PRIMER TRABAJO
La segunda campaña que realicé con el mismo responsable, fue al año siguiente (1965/1966) y esta vez al menos me cotizaron a la S.S. un mes de los 2/3 que estuve, pero fue suficiente adquirir unos derechos consolidados que me permitieron jubilarme a partir de los 60 años, cosa que me favoreció mucho económicamente, pues se realizaban planes de prejubilación y Danone completaba  lo que pagaba la S.S bien por el paro (primero) o con la jubilación (después) con una indemnización de 45 dias por año resultando gracias a estos “dertechos”un  plan muy atractivo llegando a percibir una PENSION total de casi el 100%.
Esta segunda campaña de trabajo la realice en Caparroso, y tanto el horario como las condiciones de trabajo eran muy similares a las del año anterior.
El 13 de Enero, al menos asi costa en el documento, termine mi trabajo y a primeros de Marzo me incorpore al servicio Militar donde estuve 13/14 meses disfrutando  de entrada de la Semana Santa Sevillana a donde nos desplazábamos desde Cádiz  hospedándome en casa de un familiar muy próximo, de un vecino del pueblo.
Terminada la MILI, con la licenciatura en el bolsillo, ya de vuelta a casa, comencé a buscar trabajo, una vez pasado el verano
Eran años de bonanza y el conseguir trabajo resultaba relativamente sencillo, y entre las numerosas ofertas no era complicado encontrar algo que se adaptara a tus expectativas, fundamentalmente si tenias cierto nivel cultural o en todo caso, una vez iniciado en mundo del trabajo, resultaba sencillo, ir cambiando de empleo mejorando las condiciones .

Entre las opciones iniciales (Una Gestoría administrativa y Autoescuela Zunzarren, una oficina de una empresa de Carrocerías, ycomo responsable de un comercio de Electrodomésticos) inclinandome por esta última pues era un trabajo mas atractivo , te permitía cierta autonomía y estaba justo enfrente de la casa donde vivía de patrona en la Calle Navarrería de Pamplona (sólo derecho a habitación) realizando las comidas del día en diferentes bares como “La Viña", "El redín", detrás del Ayuntamiento, pero principalmente en el Mesón de la Navarrerí).
En el trabajo éramos cinco personas( dos administrativas, un técnico de montaje, un ayudante y yo, además del dueño que solía acudir de vez en cuando).
Pasado año y medio, salieron unas oposiciones para el Banco de Vizcaya y en esos días vi también un anuncio que parecía interesante insertado en el Diario de Navarra, con diversas ofertas de trabajo para una Empresa muy conocida a n ivel nacional y que se iniciaba en el Norte para comercializar sus productos, era DANONE.
Por esas coincidencias de la Vida resultó que el mismo día me citaban las DOS. El Banco para hacer unos exámenes para optar al puesto y Danone para una entrevista previa de selección de candidaturas.

Unas 30/40 personas nos dimos cita en una sala de “La Normal” precisamente antigua sede de Magisterio, junto a la Catedral de Pamplona.
Terminado el examen y comentando las impresiones del exámen, me quedaban dos opciones:
Seguir con los compañeros a tomar unos vinos o acudir a la cita de Danone, para la cual ya casi no llegaba a tiempo…tras unos momentos de duda decidí acudir  y cumplir con el compromiso de la cita, desplazandome hasta la C/Monasterio de Velate Nº 2.
Alli me recibio el representante de la  Empresa /Sr. Guzman) y la entrevista transcurrió muy amena y cordial.
No habían pasado muchos días cuando recibí la notificación de acudir a una nueva entrevista con Danone y perfilar los últimos flecos, para entrar a trabajar si estabamos de acuerdo ambas partes y así fue, entrando precisamente el día 8 de Julio, justo al día siguiente de S.Fermin.
Poco después, no recuerdo al cabo de cuanto tiempo, salieron los resultados del Banco de Vizcaya para la oficina de la plaza del Castillo en pleno centro neuralgico de Pamplona lugar muy atractivo y en apariencia el trabajo ideal; yo ocupaba en la lista la 3ª plaza (creo Recordar que era Maisterra, Biota y Yo).

El primero se incorporaba de inmediato y el resto quedaba en expectativa de destino.
En Danone el trabajo era entretenido pero requería una dedicación en exclusiva, casi las 24 horas del día, entrando a trabajar por la mañana temprano casi al amanecer, y saliendo cuando se terminaba  que generalmenrte era cuando ya anochecía, trabajando también todos los sábados e incluso un festivo cuando coincidían dos seguidos de fiesta.
Uno era joven y soltero, y solo el domingo podia disfrutar de un merecido descanso ya que el resto de la semana la vida transcurría, del trabajo a casa y de casa al trabajo lo que resultaba bastante agobiante.
Pasaban los meses y tuve conocimiento de que ya había entrado en el Banco el 2º de la lista y aproximadamente a comienzos del verano recibí una carta del banco ofreciéndome el puesto como tercero de la lista.
El Salario era similar o acaso algo menor, pero el atractivo principal era la Jornada intensiva ¡A partir de las 15 horas libre! , a pesar de ello tuve muchas dudas ya que las expectativas en Danone eran mucho mayores, no obstante acepte la oferta y a primeros del otoño, me incorporé .
Danone buscó un sustituto pero eran unos comienzos duros, difíciles y requerían mucha dedicación. Yo seguía teniendo contacto con ellos y me contaban como iban pasando uno tras otro sin encajar muy bien.
En el Banco mi trabajo era aburrido pues mi misión era facilitar a las empresas INFORMES de sus clientes que avalaran su solvencia, realmente era monótono  hasta tal punto que formamos una peña kinielística en la que participábamos casi todos los empleados del banco y a mi me encargaron de gestionarla (Curiosamente casi era ese lo que mayor dedicación requería).

Un buen día y dentro de los contactos con DANONE me volvieron a ofrecer regresar argumentando principalmente las expectativas de futuro que se abrían y quje se había normalizado algo la jornada laboral (resultó ser puro espejismo).
El panorama laboral habia cambiado poco, pùes seguia requiriendo una dedicacion muy importante, bien es cierto que recuerdo los gardes almuerzos con partida incluida de cada mañana y las amplias siestas de la tarde en casa, ya que hasta las 17 horas no se volvía al trabajo, pero el Banco tampoco me llenaba en absoluto, resultaba aburrido y con pocas expectativas de futuro, así que decidí volver a DANONE donde ya se desarrollaba la autoventa en varios centros de la  Zona Norte con total normalidad.
¡Que tiempos aquellos y con que agilidad utilizabamos en la oficina aquellas máquinas de cálculo “tan avanzadas….como la de la foto,
o aquellas máquinas de escribir que cuando sea tascaban, la cinta la soliamos ir pasando con el dedo una y otra vez hasta que se quedara totalmente inservible y casi agujereada.
Ni que decir tiene como cambiaron posteriormente las técnicas, tanto de ventas como los elementos electrónicos con los ordenadores y la Internet, experiencias que pude desarrollar en DANONE durante mas de 30 años de experiencia laboral desempeñando infinidad de actividades diferentes. 

domingo, 6 de mayo de 2012

Labores AGRÍCOLAS en mi PUEBLO


Labores AGRICOLAS del AYER en NAZAR
     
 Nazar, como nombre propio era usado por los cristianos antiguamente. Según parece significaba "de Nazareth", aunque podría derivar de la palabra hebrea "brote". Se dice que la palabra Nazarra significaba tambien "verdad". De este nombre derivan otros nombres propios como Nazario. Además Nazar fue el nombre propio más popular en Ucrania en 2008. Por otra parte, Nazar significa "promesa" en árabe. En algunas partes del mundo árabe rezan un "Nazar" como agradecimiento antes de las comidas.
La palabra Nazar suele referirse a una especie de amuleto usado en Turquía para protegerse del mal de ojo, llamado el “ojo turco o Nazar Bonkuc”
    
Nazar era un pueblo agrícola, y dependía exclusivamente de los productos de la tierra, que cultivaban las  familias, tanto en labores de secano como de regadío.
Primaban las labores de secano, y dominaba el cultivo del cereal (trigo, avena y centeno) destinados al consumo propio.

 El trigo que se molía en el molino para conseguir la harina, se empleaba para hacer el pan en el horno  de casa, (muchos hogares disponían de él), y la avena y el centeno, junto con el maíz se destinaba al consumo de los animales que todas las familias tenían en sus corrales (ganado y gallinas).
Cada familia disponía al menos de un par de animales de tiro, o arrastre. que los utilizaban para todas las faenas domésticas, principalmente las agrícolas.
Historia de las herramientas
        Las primeras herramientas agrícolas, que específicamente pueden calificarse como tales, acompañan el desarrollo de la agricultura desde el período neolítico, hace unos 8.000 años. Ya entonces hay datación de herramientas usadas para las labores de siembra, recolección, secado y almacenaje de cereales y otros cultivos
Las herramientas eran simples instrumentos hechos de madera, piedra, asta o hueso. Aparecen hachas, azadas y otras para el trabajo de la tierra, el corte de la mies y la limpieza de zonas arbustivas para la siembra. Los primeros arados aparecen hace unos 3.500 años y son una evolución de la azada a la que se añade un tiro, humano y posteriormente animal, para facilitar el volteo profundo de la tierra.
De todas formas proliferaron numerosas herramientas utilizadas para diferentes fines, dependiendo del trabajo a realizar.


Los principales cereales que se cultivaban eran:
 trigo, cebada, centeno y avena, de los que a continuación, realizamos una breve reseña,
    
INTRODUCCIÓN
Los cereales son los frutos en forma de grano que crecen en las plantas de la familia de las gramíneas. Gramíneas, nombre común de una extensa familia de plantas con flor, la más importante del mundo desde los puntos de vista económico y ecológico. La familia contiene unos 635 géneros y 9.000 especies, y es la cuarta más extensa después de Leguminosas, Orquidáceas y Compuestas. A esta familia también se la conoce con el nombre de Poáceas.
DEFINICIÓN (Cereal) Proviene del latín cereales, más concretamente de la palabra cerialia. Este era el término con el que los antiguos romanos designaban las fiestas en honor de Ceres, diosa de los granos. También era conocida como Deméter ”tierra madre”, pues se la consideraba protectora de la agricultura y de los cereales.
HISTORIA

Desde la antigüedad , los cereales han sido considerados un alimento básico para el hombre. La humanidad ha aprovechado el fruto de las Gramíneas durante más de Diez mil años.
Tras la Era glaciar como consecuencia del aumento de las lluvias y el ascanso de la temperatura, se originó un crecimiento explosivo de la naturaleza. Así el hombre enriqueció su dieta, hasta entonces carnívora, con alimentos vegetales.
Con el paso del tiempo, los cereales silvestres pasaron a ser cereales cultivados, y así conjuntamente el hombre pasó de ser recolector a ser un agricultor.
En 5000 a.C comienza en Europa la práctica del morcajo o mezcla de cereales. Con esta práctica , los agricultores quedaban asegurados en el caso de que uno de los cereales, no prosperara por enfermedad o por incidencias metereológicas
Para cortar las espigas utilizaron primeramente hoces de bronce, posteriormente de hierro, y con la conquista de Galia, desarrollaron la primera cosechadora práctica.
En el siglo XII, los graneros consistian en cuevas subterráneas húmedas y mal ventiladas en las que se producía una fermentación que generaba costras y muchas pérdidas.
En el siglo XVIII fue cuando se comenzó a llevar a cabo un almacenamiento cuidadoso de los cereales.
Tras el Renacimiento, las harinas de morcajo, centeno, cebada o alforfón alimentaban a las gentes del campo, mientras que el triso se destinaba a las ciudades.

En el siblo XVIII, el pan de París , aunque no tatalmente blanco, se consideraba de calidad superior.     
Fue a mediados del siblo XIX, cuando el consumo de pan se generalizo.
A lo largo de la historia, los cereales han estado ligados a numerosas creencias y simbolismos. Así , los granos de arroz, trigo y maíz han sido considerados tradicionalmente símbolos de fecundidad, y abundancia.
El trigo era el rey porque con éste se hacía la harina y después el pan
La cebada, que era el primer cereal que se segaba, constituía también el principal alimento para los animales.
El centeno se cultivaba en las peores fincas y terrenos más estériles. Crece con mayor rapidez que los otro cereales y se utilizaba para hacer las moragas,

La avena tuvo menor importancia
La siega comenzaba en julio y previamente se preparaba todo lo necesario para llevarla a cabo.
La preparación del terreno
  Tan pronto como se cosecha se puede labrar la tierra y prepararla para la próxima temporada de cultivo, pero antes de sembrar es importantísimo preparar  el terreno para luego obtener buenas cosechas.
Un suelo bien labrado se puede describir como uno que tiene buena ventilación, absorbe bien el agua, drena bien, trabaja bien, y está suelto
 El suelo compactado debe romperse y removerse para oxigenarlo. Los  agricultores ya saben que el arado es el método más efectivo para el control de maleza. Antes de sembrar, si se ara, se pueden cortar completamente los brotes de maleza y exponer las raíces a la luz del día para que se sequen y mueran.

 También el arado deja la tierra áspera y porosa lo que incrementa la cantidad de agua que entra al suelo y ayuda a controlar la erosión
   
 Los principales implementos utilizados en esta etapa son: subsoleadores, arados,  Bravanes, cultivadores, gradas, palas, recolectores de piedra y niveladores.
La SIEMBRA
    Es el método más generalizado, sencillo, rápido se realizaba de forma manual. Su éxito dependía de la uniformidad en la distribución de la semilla, además de la dirección y velocidad del viento para evitar que queden áreas sin semilla o con exceso de esta.  Para obtener una distribución uniforme de la semilla mezclaba con material inerte (aserrín o granza de arroz).  Se recomienda usar 1 kg de semilla por saco de aserrín.

Nitrato de Chile
Despñues de la siembra se procedia a echarle fertilizante o abono, y recuerdo, que entonces, el mas usado y acaso el único era el “Nitrato de Chile”
La siega
    El primer recuerdo cronológico que guardo al respecto de la época de la cosecha y por el que ahora escribo en realidad este post, se remonta a mis 6/7 años. Aún no habían llegado las máquinas semi-automáticas; quiero decir que yo aún no las había conocido, porque seguro que ya existían.
Así que, la escena que se desarrollaba era, era mucho más plácida, más antigua y étnica.

La HOZ tubo su momento, pero ya había pasado, aunque aun se utilizaba para ciertas actividades, y no era raro encontrarse en el campo tanto a hombres como a mujeres, con su pañuelo en la cabeza, segando en determinadas fincas.
          
La hoz era una herramienta dentada, de acero y en semicírculo terminado en punta y con un mango o empuñadura de madera. Se afilaba una vez al año antes de comenzar la recolección y ese afilado duraba toda la temporada.
La zoqueta estaba hecha de madera y era similar a una manopla terminada en punta. Se metían tres dedos de la mano izquierda (meñique, anular y corazón) en su concavidad interior y quedaban fuera el índice y el pulgar para formar una especie de llave que permitía coger la mies que con la otra mano se iba acercando hasta la hoz y se cortaba. De este modo, la zoqueta evitaba los posibles roces o cortes que pudieran producirse por las prisas o descuidos. En la parte posterior tenía dos pequeños orificios por los que se introducía un hiladillo que luego se sujetaba a la muñeca dando algunas vueltas hasta que quedaba bien ajustada y sujeta a la mano del segador o segadora.
Cuando la mies segada ocupaba la mano del segador o segadora, se cogía una brizna de la misma y se daba una vuelta al manojo para así poder seguir segando y aumentar la manada antes de depositarla sobre el atadero o vencejo.
Con varias manadas se formaba una gavilla. Unas cuantas gavillas conformaban el haz que, una vez atado, se amontonaba en un extremo de la finca.
Estas gavillas se colocaban de tal forma que quedasen cerca de los caminos para facilitar así que posteriormente fueran cargados los haces en los carros y acarreados hasta las eras para la trilla. Por último, los haces eran descargados en las eras y se volvían a apilar o hacinar en lo que se denominaba hacina y que se asemejaba a una pirámide, estando ya dispuestos para la trilla.  
Las moragas se confeccionaban con centeno y se guardaban de un año para el siguiente. Se hacía un manojo, se igualaba el cereal y, cogiéndolo por las espigas que más sobresalían, se agitaba  para desgranarlas.
Para hacer los vencejos se cogían dos manojos pequeños de la moraga, se encaraban por la parte de la espiga y se ataban haciendo un nudo de tipo lazada. Se preparaban cada día antes de comenzar a segar o bien algún segador o segadora los iba haciendo mientras los demás iban segando la mies. Estos vencejos se colocaban extendidos por los surcos y con ellos se ataban los haces.
Durante la recolección se aprovechaba el tiempo al máximo, así que se salía de casa de noche para llegar a la finca al despuntar el sol y se regresaba avanzada la noche.

      La cebada era lo primero que se secaba Llegados a la finca a segar, se buscaba algún árbol o arbusto cercano,  y a sus pies y a la sombra se dejaba la ropa de la que nos despojábamos para comenzar la faena, y se tapaba con una manta el botijo de agua y la bota de vino para que se mantuvieran todo lo frescas que aquellas altas temperaturas veraniegas permitieran. A pesar del agotador trabajo, la época de la siega no dejaba de ser aquella fiesta que nos permitiría seguir comiendo durante el año siguiente.
Luego poco a poco proliferaron las maquinas segadoras, atadoras empaquetadoras, que rápidamente se apoderaron de los campos, abreviando considerablemente los dias de siega y recolección, disminuyendo los riesgos de deterioro de la mies por las lluvias  o las tormentas, propias del estío.
    La guadaña, dalle, hoz o dalla es una herramienta agrícola compuesta de una cuchilla curva ensartada en un palo, usada para segar hierba, forraje para el ganado o cereales. La llegada de los medios mecánicos la ha llevado al desuso en los países desarrollados, aunque sobrevive en muchas zonas rurales y se realizan campeonatos de siega en zonas como Cantabria, Asturias y el País Vasco.
En estos días se utilizaba principalmente para segar el centeno y  forraje verde, como la alfalfa para alimento del ganado.
La siegta a guaedaña, tambien tiene su secreto y su arte especial. El guadañador debe mover el útil trazando arcos de derecha a izquierda produciendo a cada golpe el corte de una faja de hierba o de mies que queda depositada en el lado izquierdo formando una especie de andén. Los resultados del trabajo dependen de la habilidad del segador.
     
Una tarea importante para su correcto funcionamiento es el afilado o picado. Para que el filo corte suavemente la hierba de forma que el segador deba realizar menos esfuerzo hay que afilarlo cada cierto tiempo, ya que los golpes con ramitas o piedras lo desgastan bastante. Esto se realiza normalmente dando pequeños golpes al filo con un martillo especial dedicado a tal efecto, a modo de yunque sobre una especie de clavo hincado en el suelo y también diseñado para esta labor

3. EL ACARREO.

El  acarreo de la mies hasta la era siempre se realizaba por carros tirados por caballerías. Estas se aparejaban con las correspondientes salmas provistas de sogas
Una carga se componía de 10 haces, cinco a cada lado, colocados alternativamente siguiendo un riguroso orden. El primer haz se colocaba en el centro, el segundo detrás, el tercero sobre el primero, el cuarto detrás, encima del segundo y el quinto en la parte delantera cubriendo el frente del primero y del tercero.
        
     Cada uno de los haces se ata individualmente, de forma que no puedan caerse. La colocación y el número de haces es fundamental para mantener el equilibrio de la caballería y para que ésta pueda circular cómodamente por los caminos, generalmente estrechos, sin engancharse con nada

La trilla
Primero fue el trillo y luego llegaron ya las trilladoras diseños anticuados, que eran movidas por el motor de un tractor, con engranajes y correajes externos que había que atender cada poco; después ya vinieron las cosechadoras y se fueron olvidando esas faenas familiares en la era, pues una sola máquina lo hacía todo.
       
Lo confieso, soy de pueblo.. Lo que quiero reflejar son varias escenas que guardo muy vívidas en mi memoria y que se remontan a esa edad que va de los 6 a los 11 años.
Los recuerdos a los que hago referencia están enmarcados en esa etapa veraniega de la cosecha del cereal Era un periodo asociado a faenas propias de la recoleccion de la mies que trasmitia en el pueblo una sensación especial impregnando el ambiente de típicos y caracteristicos olores, donde un polvo dorado que flota en el aire volviéndolo denso y que se te agarraba en la piel, que no se paraba de sudar bajo el sol abrasador de final del verano; Era como una luz difuminante que se crea cuando el sol de atardecer iluminaba la era, …

Tras la cosecha, cuando se realizaba manual hecha con hoz y guadaña, el cereal estaba repartido en un círculo de unos 20 metros de diámetro (puede que más puede que menos), en la era sobre el que se daban vueltas y vueltas con el trillo, que era tirado por un par de bueyes o vacas e incluso yeguas o lo que hubiese. Eso sí, había que prestar especial atención a un detalle   
cuando el animal se ponía a hacer sus necesidades debía estar uno presto a meter un cubo debajo para evitar que cayese sobre el cereal y poder continuar trillando tranquilamente (esa tarea se podía encomendar a un niño). Para mí el trillo era un tío vivo increíblemente divertido, pues me podía subir y bajar a voluntad, me sentaba en el trillo con la función de hacer un poco de peso, pero al mismo tiempo pensaba que viajaba a lugares lejanos con ese vehículo de tracción animal. Era como vivir una aventura. El día que ahora recuerdo estaba acompañado de mis tías abuelos, vecinos y amiguitos. Todos participasbamos de lo que para los niños eran como días de fiesta veraniegos.

Sobre esos montones enormes jugábamos los niños, escaqueándonos a las miradas de los ajetreados adultos, enredados en sus faenas, pero dispuestos a echarnos la bronca por divertirnos. Es de una intensidad increíble el recuerdo de una noche, bajo la luz artificial de una bombilla tenue del tractor, que movía con su ruidoso motor a la enorme
    
A la trilladora, se alimentaba la mies a través de una cinta muy larga que formaba que la subia hasta arriba, y luego se la “tragaba”.
La época en la que guardo más recuerdos de la era en noches de luz difusa con atmósfera densa por el polvo que salía de la cosechadora y enormes montones cosechados propiedad de diferentes vecinos, esperando para ser fagocitados por la enorme máquina y escupidos por diferentes sitios, separando la paja por un lado y el grano por otro.
La trilladora parecía que fuese a destartalarse al instante siguiente, pues toda ella entera se movía como un organismo casi); también salían múltiples y extraños ruidos de su mecanismo y la gente hablaba a gritos para poder entenderse por encima de todos esos ruidos. Todos iban protegidos con sombreros y pañuelos, de modo que parecíamos una pandilla de forajidos. Los niños también usábamos los pañuelos para evitar tragar el pertinaz polvo.
   Deambulábamos la escena, saltando a los enormes colchones de cereal, con el cuerpo en puro picor que ya ni molestaba, embelesados por el ajetreo y el enorme artefacto, jugando a pistoleros y al escondite, en ese ambiente de penumbra, alejándonos hacia la oscuridad y volviendo rápido hacia la pequeña isla de luz, polvo, ruido y magia que había en la era.

LA TRILLA. Fases y desarrollo de la misma
  1. Tender la parva.
       Se disponen los haces en círculo y se sueltan los vencejos para poder reutilizarlos posteriormente, normalmente para atar otras especies forrajeras. Se extiende posteriormente la mies utilizando para ello las horcas. Estas herramientas con un número variable de dientes, dos, tres, cuatro e incluso cinco, son de una pieza, elaboradas en el propio pueblo a partir de raíces y ramas especialmente seleccionadas por su forma y adecuación a la función deseada. El conjunto de mies así dispuesto se denomina parva. Concluida esta tarea se solía parar para el almuerzo. Durante este tiempo se dejaba calentar la parva.
  1. Pisar la parva.
         Después de tender la parva se hace pasar por ella repetidamente a los bueyes o caballerías para que la pisen. Cada cierto tiempo se le da vuelta a la parva con las horcas para que toda ella queda trabajada por igual. Con el pisado de la parva se consigue aplastar y quebrar la paja, reduciendo su volumen. A la par se van desgranando las espigas y en el caso de la cebada se puede llegar al desgranado total.   
  1. Trillar.
     Una vez pisada la parva se enganchaba el trillo a los bueyes o caballerías y comenzaba la trilla propiamente dicha. Se daban repetidas vueltas con el trillo manejando el trillador los animales desde el centro de la parva o desde el propio trillo si era necesario cargar con más peso la herramienta y hacerla más eficaz. Cada cierto tiempo, y de forma regular, se da vuelta a la parva con horcas y ahora también con horquillos de madera y rastrillos.
     Mediada la trilla y mediado el día se hace un descanso, para la comida y se deja la parva en reposo para que se caliente. El calentamiento de la parva elimina los restos de humedad de la paja y del grano, facilitando la trilla, la eliminación de la cáscara y del polvo.

     El proceso descrito hasta ahora es el seguido para la trilla del trigo, cereal con cáscara y espigas muy compactas que necesita una mayor dedicación, La trilla de la cebada sigue un procedimiento más simple y se realiza de seguido, sin la necesaria pausa para comer y calentar la parva, Habitualmente después de pisar la parva de cebada no era necesario pasar el trillo puesto que el grano ya había caído, Se sacaba el bálago o paja larga al borde de la parva con las horcas , Parte de este bálago se seleccionaba para rellenar los colchones de casa y el resto se empleaba para las camas del ganado. El grano que quedaba en el centro se trillaba, si era necesario, como en el caso del trigo, dándole vueltas con la pala y el horquillo .Se amontonaba finalmente en el centro ayudado de rastros, rastrillos y palas y se  ablentaba.
 Los horquillos presentan más dientes que las horcas y se disponen más juntos que en estas. La paja separada también se ablentaba puesto que solía contener alrededor de un 20 por ciento de grano.
El trabajo se completaba con escobas de brezo y rastrillos.
  4.ABLENTAR

        Al finalizar la tarde y si había viento suficiente se comenzaba a ablentar, o aventar, el grano para eliminar el polvo y la paja. A esta hora es cuando habitualmente sopla el serranillo, viento del sur que alivia el calor de la jornada y permite esta labor. No era infrecuente el pasar la noche en la era pendientes del viento para concluir la trilla.
     Se comenzaba a ablentar con el horquillo, realizando una primera selección que eliminaba la paja más larga. Después se pasaban a utilizar las palas. Las palas están realizadas completamente en madera y tanto el mango como la cuchara forman una sola pieza.
     Mientras una persona ablenta, otra va apartando los granzones y la paja pesada con la escoba de abalear. Es esta una escoba de brezo que agrupa las cerdas en tres nudos, en el mismo plano, formando abanico. Generalmente con esta operación el grano quedaba suficientemente limpio, aunque todavía podía perfeccionarse mediante las cribas y trigueros.. Las cribas dejan pasar el grano, pero no la paja; el triguero sin embargo no deja pasar el grano, pero si el polvo.
5.ELTRANSPORTE
     
     La paja resultante se trasladaba al pajar en “mantas”. Son estos unos lienzos o sabanas  de grandes dimensiones en cuyo centro se acumula la paja para anudar después los extremos diagonalmente. Seguidamente se cargaban siempre al hombro hasta alcanzar el pajar en que se guarda la paja.

Si la distancia era grande, se iban turnando los mozos mas fornidos pasandosela de unio al otro, hasta que el último, a traves de una escalera colocada sobre la pared, ascendia al tejado, justo por donde se habian quitado las tejas, y hecho una especie de sendero, que conducía al “boquete del granero por donde se descargaba. Nosotros, los niños, cuando el pajar estaba bastante lleno, nos lanzabamos saltando por el boquete y jugabamos en la paja, hasta que se llenaba y volviamos a salir al tejado, para descender luego a la calle.

      El grano se recoge y mide en El robo contiene cuatro cuartales y el cuartal cuatro almudes. El robo equivale a un peso de 22 kg.y se introduce en sacos. En los sacos normales solía caber unos 4 robos     Los sacos y costales se cargaban en caballerías para llevarlos hasta la casa. Allí eran cargados al hombro para subirlos al granero ubicado en lo alto de la casa, normalmente a través de una escalera estrecha y tortuosa.
Hasta aquí el pasado, una historia que parece ocurrio hace muchisimos años, pero apenas medio siglo la separan de estos dias en que la narramos.
Esto nos hace ver ¡A que velocidad! se han desarrollado los hechos y hemos pasado de aquella época de candiles, (sin luz artificial ni agua corriente), de trabajos minuciosamente  elaborados a base de esfuerzo físico y sin apenas tecnología.  a una era de comodidades y bienestar invadidos, por increíbles avances tecnológicos, difícil de imaginar entonces y que nos hace exclamar “Si nuestros abuelos levantaran la cabeza….”

sábado, 5 de mayo de 2012

MI CASA , MI FAMILIA


MI CASA MI FAMILIA

Esta era mi casa…al menos aquí nací, aquí anduve a gatas, aquí comencé mi vida.
Pero no era “MI casa”, y tuve el privilegio de ser el único hasta que salí de Nazar, de los mas de 30 nietos que tuvieron mis abuelos, que naciera ALLÍ.
     

Asomado a la ventana, saludaba al inmenso gentío que celebraba mi bautizo; gente de todas edades y condición, según se puede ver en las imágenes.
MI FAMILIA:
Como he dicho, esa era la casa era de mis abuelos; allí los GASTON se afincaron hace muchos años, allí nació mi abuelo Santos y fruto del matrimonio con mi abuela Jesusa, nacieron  NUEVE hijos, pero todos al casarse, abandonaron el hogar familiar se fueron en busca de nuevos sentamientos, salvo mis padres, que permanecieron  una temporada, hasta después de nacer yo, siendo entonces cuando se ubicaron en otra casa cercana.
El mayor, Primitivo, murió al regresar de la “mili” a raíz de una enfermedad que contrajo durante el Servicio Militar.
Luego en edad, venia la tía Teresa, que al casarse se fue a Mirafuentes, población distante unos 2 km. Tuvo Cinco hijos y se daba el caso curioso que hija y abuela ,fueron madres, casi  al mismo tiempo, incluso su hija “Presen”, era mayor que mi tío Juanjo.
La segunda Pepa, se fue a  Espronceda, un pueblo cercano al Santuario de Codés donde vivió feliz con el “Boni”, ya que no tuvieron hijos.
La tercera Mercedes, se fue a vivir a Logroño, donde montaron un negocio de carpintería pero se quedó viuda, relativamente pronto, por accidente laboral de su marido. Tuvo cuatro hijos, que continuaron con el negocio de muebles.
Nicolás, se casó con una catalana (Eulalia) y tuvieron cuatro hijos, transcurriendo su vida entre Mallén  y Zaragoza.
En casa las ultimas en salir fueron  Loreto, mi madre, Flora y Victoria, y por supuesto mi tío Juanjo, ya en los años “cincuenta”.

Los cuatro aparecen en esta foto de familia junto con mi Abuelo Santos, y  mi Padre, además de unos “ranacuajillos”, recién salidos del cascarón.
De la boda de mi tía Victoria no recuerdo nada; se casó con un mozo del pueblo (Vicente) y se quedaron a vivir allí, hasta que mas adelante, se fueron a Rentaría.
La Flora, buscó su futuro un poco más lejos, y se fue a  vivir a Corres, con  Aurelio. La boda se celebro en Nazar y aunque vagamente, recuerdo “La fiesta” como la primera que presencié en mi niñez, y que impactó en mi mente guardando en mi retina principalmente las imágenes de los “Coguetes” que tiraban desde las Espaletillas de la Iglesia. Tuvieron cinco hijos
Finalmente, el último en emanciparse fue mi tío Juanjo, que también se casó con una moza del pueblo (Anuncia) chica encantadora de la familia de Morrás. Tuvieron cuatro hijos, algunos de los cuales tambien nacieron en casa del Abuelo Santos
Este continuó con las faenas agrícolas y labranza hasta su traslado a trabajar a Renteria  y luego a Vitoria, donde falleció relativamente joven.
MI CASA
Erazmos una familia muy numerosa, un clan amplio, (fuimos mas de 30 primos carnales) y a todos conocí, pero pronto nos dispersamos y de los GASTONES, ya no quedó nada…solo la casa….Que posteriormente fue reformada, adquiriendo este aspecto.  Esta es la fachada principal, la misma que se veía en la fiesta de mi bautizo. Era bastante grande tal como lo voy a explicar; y además en la parte trasera, separada por una “callejuela” había otro edificio contiguo, amplio, que era como almacén, pajar, cuadra y granero .

La casa tenía para entrar, como un pequeño porche, con unas escaleras que accedían a un rellano, donde estaba la puerta principal.
En esta toma moderna, se aprecia perfectamente cuatro ventanas. La de mas al fondo pertenece a la cocina, la de abajo a la bodega, la de arriba a la planta superior, que podríamos llamar granero y la del medio a una habitación, que es donde yo debí venir a este mundo.
Una vez dentro, tenemos, a la derecha la habitación antes indicada y a la izquierda, la cocina, con su cocinilla económica o fogón, alimentado por leña, (anualmente se sorteaban lotes para todos los vecinos del pueblo). De limpiar las cenizas se encargaba el nieto.
Allí se hacía de todo, se comía, cosía, planchaba, lavaba y también nos reuníamos en fiestas especiales. Se cocinaban riquísimos buñuelos, arrope, palomitas de maíz y se jugaba a cartas, principalmente a los “Seises”.Recuerdo que durante el juego, solía recibir regañinas, por hacer alguna travesura, enredando por debajo de la mesa, molestando a los jugadores.
En el pasillo, había además otra habitación a la derecha, que dormían mis abuelos, en una cama de estructura de hierro y colchón de lana de oveja, que cada año la sacaban para “variarla”.
A la izquierda, otra habitación, sin ventana exterior, daba cobijo a mi tío Juanjo.
Al fondo se entraba al salón-comedor, que se usaba muy poco, solo para eventos muy significativos.
Alli destacaban varios cuadros con fotografías de la familia  principalmente, esta de un niño de muy corta edad, que presidía los grandes festejos, ante el resplandor del sol matutino, que cada día doraba su tierna piel, a través del balcón, orientado al este.
                            
 Este recinto, daba acceso a otra habitación, donde recuerdo, que solía dormir yo muchas veces, ya siendo mayorcito. Cuando me quedaba con mi abuela. Ambas habitaciones daban a una calle estrecha , que no tenía salida, por lo que casi era privada y solo utilizada por los Gastón y los vecinos Etayo-Landa, una pared impedía la salida al campo.
En medio del pasillo había dos accesos. Uno se comunicaba con la parte alta, que (Ahora denominaríamos “altillo”) pero su utilidad era muy compleja y diversa, donde  destacaba un rústico horno, en el que, casi a diario, se preparaba la “calderada” para el “cocho”, y mientras se cocía, aprovechaba yo para degustar las fabulosas patatas enteras y que una vez peladas, eran  sabrosísimas.
        
En dicho horno, se elaboraba también pan, realizándose todo el proceso de preparar la masa con levadura, amasarla y cocerla, encontrándonos a veces ¡sorpresas!...dentro solían meter en la época de la matanza, choricillos…; también se hacían unos asados de gorrín exquisitos, para los que mi abuelo tenía un arte especial
Era normal ver colgados del techo, chorizos y morcillas secando y algún jamón ya curado y listo para consumir.

Otras escaleras bajaban a la parte inferior que se componía de dos partes bien diferenciadas y separadas por unos escalones:
A la derecha un antiguo recinto donde estaba instalado la bodega de vino y “el Lago” donde se pisaba la uva elaborando con parte del mosto resultante, un arrope, que luego se merendaba  y también mostillo (que venía a ser como un derivado del arrope).
       

No podía faltar el Candil, que además de alumbrar (No había luz eléctrica) servía como medida de seguridad, al entrar en la bodega, indicando su llama que no había  gases peligrosos, que pudieran intoxicar  por la falta de oxigeno. Decian que en tal caso se perdía primero el conocimiento y si no se reaccionaba a tiempo, incluso podrías morir.
En lado izquierdo, estaban los establos y la pocilga, donde se le dedicaba atención especial  al cerdo, que cada año se criaba para luego ser sacrificado, después de hacerle criar unos apetitosos gorrinillos.
La Matanza del cuto:
Hacia el mes de febrero, con gran solemnidad, rodeados por vecinos y familiares se realizaba “La matanza” era un día especial, e importante para la familia.
Se realizaba todo el proceso en la calleja que daba acceso a la parte posterior de la vivienda
En un barreño, se recogía todo lo necesario para hacer el mondongo, y proceder posteriormente a confeccionar las morcillas y chorizos. Luego se “chascurraba” el cerdo  con ollagas secas o paja de garbanzos y se rascaba la piel, de manera que quedara limpia y hasta diríaque  reluciente.
    

Una vez descuartizado, se dejaba colgado para airearse y se llevaba una muestra (en bici o a caballo) al veterinario del pueblo cercano (Mendaza) , con el fin de evitar enfermedades (recuerdo la triquinosis). Una vez conocidos los resultados, se procedía a llevar los “presentes” a las autoridades del pueblo. A mi me tocaba suministrar a varias, personalidades esperando siempre la tradicional propina.
El otro lado de la planta baja se destinaba a los animales, yo recuerdo principalmente, una pareja de vacas y una yegua, y la garita del cuto.
Las vacas además de las faenas del campo, proporcionaban, leche y terneros, La Yegua desempeñaba una función importante en el hogar, como  medio de transporte de personas y de mercancías.
Fueron muchos los viajes que sólo o acompañado monté sobre sus lomos, para ir a Acedo, a esperar en la Estación a algún familiar, que regresaba desde Estella en tren.
“Coge la yegua (me la ensillaba mi tío Juanjo)” y vete a buscar a la abuela a Acedo”
    
El, le ponía la albarda  y las alforjas, y yo el collerón y el cabestro, atándole el ramal después y al son de “arre” y “sooo”, tan feliz sobre la yegua a cabalgar, rumbo a Acedo, principalmente a recoger algún  pasajero…La abuela atrás sentada de costado y yo de Jinete.

Una vez lo pasé muy mal cuando me mandó mi tío a por pienso a Asarta, me suena  que a casa Coca. Eran sabidos los enfrentamiento entre ambos pueblos, y lleno de temor llegué hasta el lugar, sin contratiempo alguno, cargué la mercancía y antes de salir, ese señor me recordó ¿”no tienes miedo chaval”? No, le contesté…pero agarré raudo la yegua y al trote para casa. Corre que te corre, sin volver la vista atrás, llegué a Nazar, donde me esperaba mi tío. Descargó la mercancía, quitó los aparejos de la yegua y ¡Sorpresa! Era un charco de sudor su cuerpo…¿”!Pero que has hecho”!?..que me seguían unos niños (al menos en mi imaginación)….y allí se quedó, secándola y arropándola con una manta, para que no se enfriara pues al parecer corría ese riesgo.

En la misma calleja, justo enfrente, una puerta daba entrada a un amplio corral donde se almacenaban los aperos de labranza y accesorios del ganado.
Comunicaba en la parte posterior con la carretera (uno de los dos viales, que daban acceso al pueblo). En dicho lugar, un amplio portal permitía meter el carro y otros menesteres de mayor volumen.
  
En su interior, además de paja, se criaban algunas gallinas, donde cada día con mi abuela recogía los huevos que los portaba en el “Alda” que antes le había servido también para llevarles pienso y distribuírselo a “repuño” a la voz de “purri..purri”.
En una jaula o conejera. Se criaban gazapos, a los que a veces les llevarles lechocinos, que cogía de la huerta de mi abuelo, donde un   manantial natural de agua, cristalina, abastecía una balsa construida al efecto, en la que abundaban las ranas.
Desde allí, eran frecuentes los desplazamientos a coger caracoles o setas de chopo,  que abundaban bastante en su època, y crecían principalmente, en los “HONDONES” de los mismos, donde no era difícil, encontrarse con algún gardacho, víbora o culebra, u otras alimañas, que por supuesto, no se les temía, formaban parte, como algo normal, dentro de ese entorno natural que resulta un  pequeño pueblo, asentado, cerca de la montaña .